La función de una buena flora intestinal
«Si no hay una buena flora intestinal, no habrá una buena salud» es una expresión que, en nuestra experiencia, se está volviendo cada vez más importante (y no sólo) para nuestros perros. A menudo vemos problemas intestinales, de piel y otros problemas de salud como resultado de una flora intestinal desbalanceado o pobre.
Empleamos los términos flora intestinal desbalanceada o pobre cuando hay muy pocas colonias de bacterias diferentes y por lo tanto también muy pocas bacterias presentes en los intestinos. Si este es el caso entonces la comida no es digerida lo suficiente y ésta se pudre y se fermenta en el intestino grueso. Los problemas que se presentan primero suelen ser todo tipo de problemas intestinales, tales como el crujido estomacal y viento, heces delgadas, diarrea, y heces que son muy duras. En una etapa posterior el problema es usualmente seguido de problemas de piel como un pelaje enredado y maloliente con picazón, etc. El perro termina en un círculo vicioso y es difícil salir de éste sin tratar los problemas de una manera natural.
¿Qué es la flora intestinal?
Por flora intestinal nos referimos a los microorganismos que se encuentran en el estómago y los intestinos de la gente y los animales. El nombre flora intestinal de hecho no es correcto, puesto que se trata de bacterias y el término flora indica plantas. Además no es sólo un asunto de bacterias en los intestinos sino también por ejemplo bacterias en el estómago. La flora intestinal es un buen ejemplo de un tipo de cooperación entre diferentes tipos de organismos, en donde todos los organismos involucrados logran una ventaja (simbiosis).
De manera que el término flora intestinal es un término general para describir todas las bacterias en los intestinos y comprende cientos de tipos de bacterias con trillones de bacterias en total. En una flora intestinal saludable hay más bacterias que el número de células en el cuerpo.
En la flora intestinal hay tanto bacterias útiles como bacterias nocivas; en una flora intestinal saludable, éstas están en equilibrio unas con otras.
La flora intestinal juega un papel muy importante en la digestión. Además una flora intestinal saludable es el mejor arma contra las infecciones. Siempre y cuando las bacterias útiles y las nocivas (causantes de enfermedades) de la flor intestinal estén en equilibrio unas con otras, no habrá problemas. Sin embargo, si las bacterias nocivas tienen la ventaja entonces el riesgo de enfermedad es muy alto. Incluso si no notamos que hay algo mal con la flora intestinal, una flor intestinal que no sea saludable puede tener un efecto negativo en la salud.
Un estómago e intestinos saludables son esenciales para un cuerpo saludable, puesto que el cuerpo recibe su nutrición diaria requerida a través de un estómago e intestinos saludables. Es por esto que un estómago e intestinos saludables forman la base de una buena resistencia general.
Formación de la flora intestinal:
Al igual que todos los seres neonatales, los cachorros no tienen una flora intestinal antes de nacer. Las primeras bacterias son ingeridas, en el canal de nacimiento, durante el nacimiento. Después de su nacimiento los cachorros entran cada vez más en contacto con bacterias de los alrededores de la madre. Puesto que beben leche materna de la madre el pH (la acidez) del estómago es lo suficientemente alto para que estas bacterias pasen por el estómago sin dañarse. Al llegar a los intestinos éstas se adhieren a la pared intestinal y entonces la flora intestinal se empieza a formar.
Siempre y cuando los cachorros estén bebiendo leche la flora intestinal comprenderá en su mayor parte bifidobacterias. Éstas bacterias son extremadamente valiosas, puesto que las llamadas «bacterias útiles» producen varios ácidos que eliminan las bacterias nocivas.
Cuando los cachorros dejan de beber leche el pH (acidez) del estómago se reduce. Las bacterias nocivas tienen menos posibilidades de llegar a los intestinos. Sin embargo, las bacterias más útiles que lograron ingresar durante el periodo de alimentación con leche, también dejarán de hacerlo. En el mundo salvaje observamos que esto es compensado por el hecho de que los cachorros obtienen el alimento que los padres han regurgitado. Y de esta manera el desarrollo de una flora intestinal balanceada y saludable continúa.
Esperamos haber aclarado por qué este último ejemplo es de gran importancia en la elección de un alimento para los cachorros (tanto antes como después del destete), y por qué las bacterias resistentes a la acidez en las tripas también son una buena alternativa a la comida regurgitada por los padres. A continuación hablaremos más sobre la utilidad de las bacterias resistentes a la acidez en las tripas, para formar la flora intestinal.
La flora intestinal y la digestión:
Una flora intestinal balanceada garantiza una buena digestión. Las bacterias pueden descomponer los restos de comida no digeridos. Sobre todo durante esta descomposición de carbohidratos no digeridos (sacáridos de los granos) se crean sustancias útiles, los llamados ácidos grasos de cadena corta. Estos ácidos grasos son usados por las células en el intestino grueso como combustible.
Esto estimula el peristaltismo (contracción) del intestino, haciendo que los desechos puedan ser evacuados del cuerpo (sin síntomas de estreñimiento). Sin embargo, si el perro tiene una flora intestinal desbalanceada o pobre, el resultado es la diarrea, o heces que son muy duras. Ambas situaciones son indeseadas, pero en el caso de la segunda, la gente por lo general no se preocupa mucho. De hecho mucha gente cree que es conveniente que su perro produzca heces muy secas, y por lo tanto compran alimento que afirma producir menos heces, y por lo tanto más gruesas.
Además del hecho de que las heces duras pueden indicar problemas con la flora intestinal, las heces que son muy duras tiene la desventaja que el conducto anal no es suficientemente vaciado. Puesto que el perro debe pujar fuerte, las aberturas de las glándulas anales se cierran firmemente. Por esto el contenido de las glándulas no es masajeado hacia fuera y se mantiene inmóvil. Si esto ocurre por mucho tiempo puede dar lugar a una infección. Esta es la razón por la cual las heces deben tener una consistencia que les permita ser evacuadas fácilmente del cuerpo por la acción del peristaltismo del intestino. Una heces de buena consistencia tienen forma de salchicha, sólo tienen pocas líneas diagonales, y puedan ser fácilmente partidas en trozos cuando son raspadas.
La flora intestinal y la resistencia.
Las bacterias útiles en los intestinos producen entre otras cosas, ácido que retarda o previene el crecimiento de bacterias nocivas. De esta manera las bacterias nocivas que han sobrevivido a la acidez del estómago tiene menores posibilidades de multiplicarse y por lo tanto de causar problemas. Aun cuando la cantidad de bacterias en los intestinos es inimaginablemente alta, hay un límite de la cantidad de bacterias que los intestinos pueden recibir. Eso significa que en donde existen bacterias útiles no hay campo para bacterias nocivas y lo que es digerido por las bacterias útiles ya no estará disponible para las bacterias nocivas. De hecho es muy simple: entre más bacterias intestinales útiles haya, menor es la posibilidad de que haya bacterias nocivas, y por lo tanto la resistencia a los «ataques» externos será más alta.
El hecho es que debemos asegurarnos que cuando sea necesario, si el perro ha comido «algo malo», la flora intestinal esté tan balanceada que ésta sea capaz de resolver esto sin problemas.
Es por esto que, así como el servicio de bomberos cuida de su equipo, debemos continuar manteniendo la condición de la flora intestinal.
La poca longitud de los intestinos de los perros es en principio una gran desventaja. Las cosas pueden estar mal muy rápidamente. Afortunadamente la naturaleza ha equipado a los miembros de la familia canina con una flora intestinal muy variada y amplia para garantizar que puedan comer todo tipo de restos por necesidad, durante un período de escasez, y así no tengan problemas intestinales ni diarrea. Imagina si una manada de lobos hubiese comido «algo malo» y luego tuviese que salir a casar con dolor de estómago y diarrea. No llegarían muy lejos y la supervivencia de la manada estaría en riesgo.
Podemos concluir que la diarrea y otros desórdenes intestinales no son naturales para nuestros perros y de hecho son potencialmente mortales.
Manteniendo la flora intestinal:
Una vez que una flora intestinal saludable y balanceada se ha formado, debemos asegurarnos que ésta se mantenga estable. Puesto que los intestinos de los perros son relativamente extremadamente cortos, (siete veces más cortos en términos relativos que los de los humanos y los cerdos), la cantidad de bacterias útiles puede reducirse rápidamente y esto puede alterar el equilibrio de la flora intestinal (disbiosis). Esta es también una de las razones por las cuales los lobos y otros parientes salvajes del perro se comen los contenidos del estómago y el abdomen de sus presas primero para así, además de obtener sustancias nutricionales, adquirir bacterias útiles adicionales.
La experiencia nos ha enseñado que los perros, a diferencia de los humanos, no son muy buenos a la hora de mantener su flora intestinal desde adentro. Ya sea que esto tenga algo que ver con su corto tracto intestinal o con el hecho de que ellos, al igual que el lobo, adquieren una flora intestinal de repuesto o reemplazo después de cada cacería, es incierto. El hecho es que si la flora intestinal no es alimentada a diario y si las bacterias útiles no son reemplazadas regularmente, la flora intestinal se vuelve gradualmente más pobre y desbalanceada.
Prebióticos, probióticos y simbióticos.
Los prebióticos son fibras nutricionales específicas y azúcares que no son disueltos por el ácido del estómago y no son digeridos por el intestino delgado. Así que llegan al intestino grueso sin haber sido digeridos. Allí estos sirven como alimento para las bacterias intestinales allí presentes. Al ser descompuestos por esas bacterias, materiales útiles que promueven la buena salud son liberados, que estimulan entre otras cosas el mantenimiento, crecimiento, y actividad de la flora intestinal.
Ejemplos de prebióticos incluyen mano-oligosacáridos (fibras indigeribles, abreviados como MOS) y fruto — oligosacáridos (azúcares indigeribles abreviados como FOS).
Un inusual tipo de prebióticos es el oligosacárido en la leche materna. Éstos son azúcares que sólo pueden ser digeridos en el intestino grueso y que tienen la tarea allí de permitir que la flora intestinal crezca. Estos mismos oligosacáridos también están presentes en grandes volúmenes en la leche de cabra (excepto si ésta es calentada a más de 45 °C). Esta también es una de las razones por las cuales Farm Food No. Puppy & Kitten Milk es tan bueno para los cachorros, gatitos y otros mamíferos pequeños recién nacidos, en el sentido más amplio.
Las preparaciones comerciales de probióticos, para consumo humano, son productos que en su mayoría contienen grandes cantidades de bacterias ácido lácteas, las cuales tienen como tarea enriquecer la flora intestinal con lactobacilos vivos y bifidobacterias.
Para nuestros perros estos productos son de poco valor en primera instancia porque las bacterias son en su mayoría eliminadas al calentar el producto durante el proceso de producción del mismo, y en segunda instancia no son lo suficientemente resistentes al ácido para pasar a través de (a diferencia de los humanos) el estómago altamente ácido de los perros.
Los únicos «probióticos» que, en nuestra experiencia, sobreviven a la acidez del estómago el perro relativamente bien son las bacterias en la flora de las tripas de los rumiantes (ganado, ovinos, caprinos, venados, etc).
Esta es la razón por la cual suplementar nuestro alimento para perros con tripa cruda y sin lavar (congelada) es una manera muy buena y saludable de mantener la flora intestinal. Puedes hacer esto planeando el llamado día de carne fresca una vez a la semana, con Farm Food Fresh Tripe y Heart Complete o reemplazando 20% (1/5) de una comida de Farm Food HE con Farm Food Fresh Tripe y Heart Complete.
Puedes mezclar Farm Food HE con Farm Food Fresh sin ningún problema. (Nunca debes descongelar el Farm Food Fresh en el microondas porque todas las bacterias útiles serán eliminadas por el microondas).
Si estás alimentando a tu perro con un tipo de pienso diferente a Farm Food HE, ten cuidado de no mezclar, porque la carne fresca o la tripa mezclada con pellets extruidos pueden causar problemas de digestión. Puedes reconocer los pellets extruidos porque estos flotan en el agua. Farm Food HE no se mantiene flotando en el agua. (Consulta nuestro artículo «¿por qué los pellets prensados?»).
Los simbióticos son en principio productos que contienen tanto prebióticos como probióticos, y estos forman parte de la nutrición diaria. La nutrición diaria debe, además de proporcionar suficiente sustancias alimenticias, alimentar la flora intestinal lo más posible. Esa es la razón por la cual Farm Food HE tiene una composición muy amplia y se le han agregado sustratos naturales que alimentan la flora intestinal y protegen el estómago. Además del carácter holístico de Farm Food HE, esta es una de las razones por las cuales el valor nutricional real de Farm Food HE es mucho más alto que el valor calculado.
Farm Food HE, Fresco (congelado) & Leche de cachorro
Los enemigos de la flora intestinal:
Factores que pueden alterar la flora intestinal entre otros:
Alimento que es muy simple y «fácil de digerir».
A menudo vemos que después de un problema de diarrea se da la recomendación de cambiarse a un alimento para perros extruido y «fácil de digerir»(por ejemplo cordero y arroz).Al hacer esto existe el riesgo de que la flora intestinal se volverá poco variada y pobre (puesto que ciertas colonias de bacterias no tienen que alimentarse y por lo tanto mueren). Si el perro entonces come algo diferente, la flora intestinal no estará en capacidad de procesar esto adecuadamente y pierde el equilibrio con la diarrea como consecuencia. Si eso sucede el perro se encontrará en un círculo vicioso y la gente rápidamente concluye que «ha comido algo malo de nuevo».
Entretanto se hará claro que la única solución a este problema es restaurar una flora intestinal balanceada de nuevo, y cambiarse a un alimento que respete y apoye la flora.
Sustancias químicas.
Desafortunadamente muchos alimentos para perros aún contienen sustancias químicas que causan la descomposición de la flora intestinal. Los antioxidantes químicos más nocivos para la flora intestinal son: Etoxiquina (E 324), BHT (E 321) y BHA (E 320). Estas sustancias inhiben seriamente el crecimiento de las bacterias útiles y por lo tanto abren campo para las bacterias nocivas. Asimismo los diferentes colorantes, aromatizantes y saborizantes químicos causan que la flora intestinal pierda su equilibrio al inhibir el crecimiento de bacterias útiles.
Antibióticos.
La gran desventaja de los antibióticos (por vía oral) es que estos no sólo eliminan las bacterias nocivas en los intestinos, sino también las útiles.
Así que esta también es la razón por la cual la diarrea se presenta después del tratamiento con antibióticos y es necesario comenzar a restaurar la flora intestinal desde ceros. Puesto que el intestino a los perros es mucho más corto que el de los humanos, las consecuencias del tratamiento con antibióticos son mucho más extremas que en la gente. Por esta razón deberás ser muy conservador al administrar tratamientos antibióticos, y particularmente en el caso de los perros (si se administra en inyección, los antibióticos tienen un efecto mucho menos negativo en la flora intestinal).
El estrés..
Los grandes cambios también producen estrés a los perros. Piensa en los cachorros que van a un nuevo dueño, o un cambio de casa, con todas las consecuencias «sociales» que esto implica.
El envejecimiento
El envejecimiento también puede tener un efecto negativo sobre la flora intestinal. Entre más viejo un perro, deberás prestar más atención al mantenimiento de una flora intestinal balanceada. Esto es mucho más importante que cambiar a un alimento para perros adultos mayores (innecesario). Piensa en los adultos mayores: ellos no comen nada diferente a lo que comían cuando eran jóvenes, ¡sólo comen menos!
Para concluir:
Como seguramente ya se ha hecho evidente, una flora intestinal balanceada y variada es un factor de salud muy importante, si no el más importante.
Si la flora intestinal está desbalanceada esto puede tener consecuencias a largo plazo. La protección contra las bacterias nocivas tanto desde el interior del intestino como fuera del cuerpo, es alterada, y esto aumenta la probabilidad de que se presenten diferentes molestias de salud. Una flor intestinal alterada no sólo da pie para molestias como la diarrea, calambres estomacales, viento, y una reducción de la resistencia en general. También hay cada vez más científicos que creen que ciertos tipos de enfermedades crónicas, incluyendo diferentes tipos de cáncer, pueden ser causados por la alteración de la flora intestinal.
Nosotros mismos hemos establecido que la causa de la mayoría de desórdenes estomacales y problemas de piel, y también de alergias, se originan en una flora intestinal mal formada y desbalanceada. Esos problemas sólo pueden ser solucionados adecuadamente si la flora intestinal es restaurada a su nivel normal.
Como se indica en este artículo, en parte debido a la corta longitud del intestino del perro, es importante para restaurar y mantener una flora intestinal saludable y estable que tu perro ingiera ciertas bacterias útiles.